lunes, 19 de enero de 2015

Feliz vida

Durante toda la vida estamos constantemente luchando para seguir adelante y cumplir con nuestro objetivos, ya sean ser feliz, hacer realidad nuestros sueños, morir viejo o aprender a cantar tirolés. Pero creo que hoy he llegado a ese odioso y jodido punto en el que me planteo realmente mis objetivos... Siempre fue ser feliz, pero hace unas semanas que me pregunto ¿lo soy? ¿qué necesito para serlo? ¿por qué dudo de ellos si en estos momentos no puedo pedir nada más? ¿qué es la felicidad? ¿alguien la habrá alcanzado?
Una de las conclusiones a las que llegué, es que no creo que alcance la felicidad plena o vital, pues para mi no existe una felicidad duradera. Cada vez que me preguntan "¿Eres feliz?" Me quedo en blanco; pienso lo bien que me van las cosas, lo que he conseguido y cómo he llevado mi vida, y realmente estoy satisfecha, pero sigo sin saber responder. Quizás la causa por la cuál muchos no son felices, es porque ni siquiera saben qué es la felicidad y por tanto no saben que quieren.
Creo que definiría felicidad como una pequeña euforia que te produce algo o alguien; un instante, unos segundos, un momento, no más. El momento de felicidad que recuerdo con más ilusión fue cuando sentí el aplauso del público cuando acabé mi monólogo reflexivo, cuando vi esas caras con lágrimas, que todos estaban pensado algo sobre lo que estaba diciendo, y que realmente era importante, esos segundo que pasaron entre el fin de mi actuación y el momento que tuve que dejar el escenario, esos segundos fueron tan intensos que marcaron una etapa de mi vida. Todo lo que vino después, las felicitaciones, el aumento de visitas al blog, etc, lo llamo orgullo.

Al fin y al cabo, creo nunca hallaremos un vida feliz porque nos las pasamos entera buscando la felicidad.