lunes, 26 de mayo de 2014

¡Va por ustedes!

A estas alturas, asumes lo que te espera:
Ver que tu mundo no cambia, que la vida seguirá su curso y tu estás obligado a seguirlo, seguir esperando cosas que nunca llegan.
Cuando das a todos por perdidos, cuando entiendes de una vez por qué todos son iguales: porque es lo más fácil, y casi el único camino.
"Si alguna vez te he visto, no me acuerdo" será el lema que usarán todos contigo... y entonces te sentirás vacío, en soledad, sentirás que no ha avanzado nada por lo que has luchado. Descubres que todo es una farsa...
Pero en ese momento de debilidad humana, aparece. Aparece esa persona que te cambia el mundo porque ha llegado a tiempo, y por circunstancias que ni tú mismo sabes, lo necesitas. Te demuestra que el cambio existe, por muy pequeño que sea, y que aunque te caigas, estará ahí, porque sí, sin pedir nada a cambio.
Pero es raro de explicar. Sólo pasa con esas personas que, cuando un día los miras, piensas "Ella/Él lo necesito" Y sabes que tardarán en fallarte, y aunque lo hagan... Te dará igual, porque lo habrán compensado con todo lo que han hecho y con todo los recuerdos que habrás tenido hasta ese momento.
Esa, hasta ahora, es mi definición de amigo.
Y por ello, hoy le doy las gracias a esas personas tan especiales, por demostrarme (y los que me demostrarán) que todavía quedan esperanzas de una vida un poco más feliz.
Y precisamente hoy, se lo dedico a esa última persona que, otra vez, me ha revolucionado la vida tan rápidamente y con tanto impacto: Esmeralda Ramos Padilla. Gracias.

lunes, 12 de mayo de 2014

Lista, no inteligente

Nos pasamos una vida entera dedicada a estudiar, y nadie nos pregunta si realmente queremos saber tantas cosas. Tenemos miles de datos en la cabeza, como la fórmula del teorema de  Pitágoras, la altura del Everést, cómo saludar en 5 idiomas, de qué material está fabricado un balón de fútbol, el emperador que se cargó a no sé cuantos esclavos, que Hitler es el "malo" de la historia, el análisis morfológico de un poema de rima asonante... Y cosas así que usamos a diario. 
Llevo  12 años estudiando, y me ha servido  para:
- Pasarme horas y horas en clases particulares tratando de solucionar los problemas que ya tienen solución
- Aprender a que me guste el café
- A sobrellevar el insomnio 
- A perder mi adolescencia (y mejor de esto no hablo porque da para otra entrada)
- Aguantar que se me valore por una calificación
- Gastar dinero en libros que nunca se terminan e incluso ni se empiezan
- A aceptar la frustración y el estrés como forma de vida

Y podría seguir... Pero... bah.
Lo que quiero decir es que, estoy de acuerdo con que nos enseñen, con saber, conocer, tener razones de ser... Pero ¿realmente esta es la manera? Con aburridas clases, con profesores que parece que nos odian, y que parece que nosotros los odiamos... ¿Es realmente necesario que pasemos horas MEMORIZANDO conceptos que olvidaremos, que nos califiquen por la mejor memoria, o por el trabajo con más contenido? 
¿No es más fácil enseñarnos de un principio a lo bonito que tiene el conocimiento, dándonos otros valores como "estudiar por aprender" en lugar de "estudiar para aprobar"?
Yo es que estas cosas no las entiendo y no las entenderé.
Y lo más gracioso es que cuando pregunto, la respuesta suele ser "así serás más lista".

Quizás soy más lista, pero no más inteligente. Ahí está la diferencia. 








domingo, 4 de mayo de 2014

Porque ser perfecta era demasiado fácil... Gracias Mamá.

Hoy, cómo no, 4 de mayo, quiero dedicarle esta entrada a la mejor persona del mundo mundial.
Todos consideramos a nuestras madres la mejor, pero yo lo creo de verdad.
Simplemente por ser como es... ¡Una superheroína con superpoderes indescriptibles! Solo ella sabe hacer que el mundo sea un poquito más bonito cuando llego a casa después un día  agotador de estudios. Sólo ella sabe cómo darme la educación que necesito, los consejos que nadie me sabe dar, el apoyo imprescindible... Los mejores macarrones, los mejores potajes, los mejores momentos... Por los momentos de 'Laura', por los momentos de 'pizza', por los momentos de cine... Por todo, y por más, porque me quedo corta, con las miles de cosas que haces por mi, para mi y por ti, hoy te dedico esta entrada. Gracias Mamá.




sábado, 3 de mayo de 2014

Soy de titanio.


"Dispárame, soy de titanio" 
Me siento preparada, creo que puedo con todo. A estas alturas, creo que me hagan lo que me hagan, nada me quitará las ganas de seguir. Quizás tambaleo, pero te costará derrumbarme. Me siento armada, con un chaleco antibalas, con mil escudos, siento que soy de titanio.





¿Adulto o niño? tu decides







Este es el segundo monólogo que he hecho en público. Lo escribí para el musical que se hizo en mi instituto, y para recordar que de vez en cuando debemos sacar a nuestro niño interior.

Simplemente, quería compartirlo con ustedes, espero que lo disfruteís, aunque seguro que no más que yo.