Tras leer la columna de Rosa Montero, la cual trata el caso de una joven desahuciada por unos desalmados, creo que la situación de Rosario Morcillo es extrema, si algo más le pudiera
ocurrir se confirmaría la ley de Murphy. Este tipo de hechos me
entristece especialmente, no solo por la situación de las familias
en general, sino por la inhumanidad que sale a luz ante este tipo de casos, pues hay que tener mucha falta de empatía para tomar
este caso como uno más ante la ley. Y esto se debe, como no, al
poderoso caballero “Don Dinero” que en las sociedades modernas se
antepone a todo acto de bondad. Los desahucios son crecientes en
España, y habiendo ya millares de sitios ocupados “debajo de un
puente” y miles de casas ocupadas por los bancos, no entiendo aún
cómo en pleno siglo del “desarrollo” somos capaces de aceptar
tales aberraciones, ni por parte de los ciudadanos, (que no son pocas
pero tampoco suficientes las manifestaciones) ni por parte de los
altos cargos, que espero que aún les quede un poquito de alma y
sientan algo de compasión por estas familias. No sé si con la ley
en la mano se puede hacer más por ayudarles, pero ¿y con el
corazón?
Artículo de la autora: http://elpais.com/elpais/2015/02/02/opinion/1422900712_597523.html
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