miércoles, 22 de abril de 2015

Molestas.

¿Qué? ¿Qué? Responde ¿Qué más esperas de ti? ¿Qué? ¿Vas a salir corriendo otra vez cuando no puedas más? Acéptalo. No puedes más. Eres humana, mortal y persona. Así que para ya. 

Tus expectativas son muy altas, y sí, es genial ser ambicioso pero te repito: No puedes más. Ya no es cuestión de una derrota ni de un fracaso, es cuestión de que todos tenemos límites y tú ya has llegado al tuyo. No lo mires como algo malo, simplemente has dado todo lo que podías dar. 

Es imposible complacer a todo el mundo, aguantar toda la rabia, soportar el dolor del rechazo, aceptar que cualquiera te mangonee y dejarte vencer dando la razón al primer grito. DEJA DE AGUANTAR. No es necesario, en serio, no hace falta. No pises a nadie, pero no te dejes pisar. Andas buscando soluciones como si fueras la salvadora del mundo, y no eres más que una mindundi, una gota en el océano, un pez de ese mar. No significa que algún día remuevas la Tierra, pero no tienes por qué hacerlo.  Siempre tan pendiente de las consecuencias, del qué pasará, del qué pasó, del qué será y del que fue que te has olvidado del qué es. ¿Y qué es? Pues tú. Tu eres lo que eres, no lo que fuiste ni lo que serás. Así que deja ya de hacerte la víctima y corre a decirle a la primera persona que te moleste, que molesta. 

Todos tenemos sentimientos, y eso te incluye a ti, así que por favor, no le hagas daño a nadie, pero demuestra que tú también eres parte del todo. Te duele lo que te dicen, lo que hacen y lo que pretenden. Acéptalo. Y cuando lo hayas aceptado

Ven.

Y dímelo.

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