¿Cuándo
se superan los límites de lo racional? ¿Cuándo raya lo
sentimental? ¿Cuándo encontró Harry a Sally? Cuando parece una
locura. Cuando piensas que estás loco, que lo que dices no tiene ni
pies ni cabeza, porque tiene corazón, cuando piensas que no estás
cuerdo, eres un Jonathan Harker encerrado en un oscuro castillo,
cuando la decisión equivocada sigue pareciendo la más "lógica"
con tal de no perder a esa persona, cuando te tortura la idea de
marcharte, cuando pasas a ser Nemo Nobody antes de perder el tren.
Dudas de tu propia identidad, de los valores que tienes, cual Walter
Black y su castor, dudas si dejarte atrás a ti mismo o avanzar con
todo, así como Mia a sus 17 años. Intentas buscar una única
respuesta, una única solución, nada de ambigüedades, ser un
Leonard Shelby cada día.
Finalmente lo que quieres es ser
Invencible, un Louis Zamperini, tener claro en todo momento lo
que es más conveniente, lo más racional. ¿Sentimientos? -Menuda
gilipollez, diría Clyde Shelton. Y así acabaremos todos
como Melvin Udall, solos, intentando entender la pasión, el
odio, el amor, la confianza y la envidia, como si pudiéramos sentir
la teoría de la relatividad o la la raíz cuadrada de veinticuatro.
Yo lo único que quiero descubrir es el secreto de tus ojos, Irene, y
dejar fluir cada gota de emoción, de locura, de Tom y de Summer.
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