jueves, 23 de octubre de 2014

Adiós.

"Crecer es aprender a despedirse" - Risto Mejde .  Así pronuncia uno de mis ídolos la lección que, probablemente, más me cueste aprender en esta vida, y en realidad, la más necesaria, pues nada es eterno, a todo hay que decirle adiós en algún momento.

A un sueño cuando se cumple o cuando resulta imposible.
A una persona cuando se muda, cuando nos hace daño o cuando muere.
A un objeto cuando se pierde, cuando lo pasamos a otro o cuando termina siendo innecesario.
A un hecho cuando se acaba, cuando deja de transmitirnos lo que nosotros queremos o cuando ya ni si quiera es importante.
A un amor cuando no da más que problemas, cuando en realidad "hay otro" o cuando ya ese "amor" desaparece.
O a una enseñanza cundo terminas con ese libro, cuando ya no está tu maestro o cuando es necesario cambiar de lección.

Así, (a lo mejor) conseguimos madurar un poco, o al menos que nos duele menos una "pérdida positiva" como decía también mi otro ídolo Albert Espinosa. Quizás lo podríamos complementar con dejar de creer en los románticos "para siempre" de película que nos hemos comido con Disney y las comedias románticas.

Pero vamos,
que la práctica está realmente
JODIDA.

No hay comentarios:

Publicar un comentario