sábado, 11 de octubre de 2014

Realidades transformadas

Me encantan los espejos. Sí, porque muestra exactamente lo que quieres ver y no puedes ser. Un espejo dice mucho de lo que piensas acerca de ti mismo:

Si necesitas que las personas te acepten, siempre te verás más feo de lo que eres, pues nunca somos lo suficientemente perfecto para los ojos de otros.
Si necesitas un poco de autoestima, verás solamente tus imperfecciones, que muy probablemente serán inventadas por ti mismo.
Si necesitas un poco de otra persona, verás a ser a esa persona en ti. 
Si tienes algún tipo de trastorno alimenticio, seguro que te ves gorda/o aunque lo que más que necesites sea un "poco" de comida.
Si quieres seguir siendo un moderno y joven, verás un viejo que no sabe ir a la moda.
Y así hasta que terminamos rompiendo el espejo, o pasando delante de él con mucho miedo. 

Yo lo que me pregunto es; ¿por qué nos cuesta tantísimo mirarnos al espejo tal y como somos? ¿Por qué vemos lo que no hay? ¿O lo que queremos y creemos que no podemos ser ? ¿Por qué si "se supone" que el espejo es un reflejo de nosotros, vemos cosas tan feas?  En serio basta, estoy cansada de que veamos monstruos que no somos. Si algo no nos gusta en nosotros, tienes dos opciones, buscar la manera de arreglarlo sin obsesionarse y mirándolo como una oportunidad, como un reto. O aceptarlo, porque seguro que no es tan malo como tu crees. Pero miremos a la persona que realmente  hay y no a una realidad transformada.

No hay comentarios:

Publicar un comentario